jueves, 20 de septiembre de 2012

¿Vivimos en una cultura realmente postmoderna?


¿Hasta qué punto es posible razonar la fe cristiana? ¿Es esta fe (entendida como creencia) algo que pueda sustentarse con argumentos?

Siempre me he hecho estas preguntas por mi propia cuenta, pero en los últimos meses he debido volver a hacérmelas al tener clases con un evangelista muy experimentado que, prácticamente, considera inútil presentar la fe a través de una argumentación lógica. Nos dijo que vivimos en una sociedad postmoderna impermeable al razonamiento lógico, y en consecuencia, no pudiendo exponer los hechos de nuestra fe usando un discurso progresivo, debemos conformarnos con usar, por ejemplo, algún testimonio u otra estrategia de "penetración”.

Jamás estuve completamente de acuerdo. Respeto mucho a ese hombre y estoy seguro de que su pasión evangelística es grande, pero si el curso se hubiese extendido un poco más habría terminado por decirle que su visión me parece más bien una claudicación. Esperé hasta el último momento que, de alguna forma, nos convenciese (creo que es un hombre observador e inteligente), pero lamentablemente eso no sucedió.

Hoy, sin embargo, me alegré de leer a alguien con quien coincido, y ese alguien es nada menos que William Lane Craig en su libro Reasonable Faith [Fe Razonable]. Craig dice:

"...puedo imaginar que algunos de ustedes estarán pensando: 'Pero, ¿no vivimos en una cultura postmoderna en la cual ya no es eficaz recurrir a los argumentos apologéticos tradicionales? Puesto que los postmodernistas rechazan los cánones tradicionales de la lógica, la racionalidad y la verdad, ¡los argumentos racionales a favor de la verdad del cristianismo ya no funcionan! En vez de eso, en la cultura actual deberíamos simplemente compartir nuestro relato e invitar a la gente a participar de él.’

En mi opinión, esta clase de pensamiento no podría estar más equivocada. La idea de que vivimos en una cultura postmoderna es un mito. De hecho, una cultura postmoderna es una imposibilidad; sería completamente invivible. Nadie es postmodernista cuando se trata de leer las etiquetas de una botella de medicina que ha sido puesta frente a una caja de veneno para ratas. Si tienes un dolor de cabeza, ¡más vale que creas que los textos tienen un significado objetivo! Las personas no son relativistas en cuestiones de ciencia, ingeniería y tecnología; en lugar de eso, son relativistas y pluralistas cuando se trata de religión y de ética. Pero eso no es postmodernismo; ¡es modernismo! Es simplemente positivismo y verificacionismo tradicional, el cual sostiene que cualquier cosa que no puedas probar con tus cinco sentidos es simplemente una cuestión de gusto individual y expresión emotiva. Vivimos en un medio cultural que sigue siendo profundamente modernista. Aquellos que piensan que vivimos en una cultura postmoderna han, de este modo, malinterpretado seriamente nuestra situación cultural.

De hecho, pienso que hacer creer a la gente que vivimos en una cultura postmoderna es uno de los engaños más ingeniosos que Satanás haya elaborado hasta ahora. 'El modernismo ha pasado', nos dice. 'Ya no necesitas preocuparte por él, ¡así que olvídalo! Está muerto y enterrado.' Y mientras tanto, el modernismo, pretendiendo estar muerto, nos visita una vez más elegantemente vestido con el traje nuevo del postmodernismo, haciéndose pasar por un contrincante desconocido. 'Tus viejos argumentos y tu antigua apologética ya no son eficaces contra este recién llegado', se nos dice. 'Déjalos de lado; no sirven. ¡Simplemente comparte tu relato!' Y de hecho, algunos, cansados de las largas batallas contra el modernismo, en realidad le dan la bienvenida con alivio al nuevo visitante. De esta manera Satanás nos engaña para dejar voluntariamente de lado nuestras mejores armas de la lógica y la evidencia, asegurando así el triunfo del inadvertido modernismo sobre nosotros. Si adoptamos este curso de acción suicida, las consecuencias para la iglesia de la próxima generación serán catastróficas.”

¿Qué te parece? ¿Coincide esto con tu experiencia?

2 comentario(s):

María Ignacia dijo...

Estoy de acuerdo con tu punto y el de Craig.
Sin desconocer que en cierto modo hay una apertura hacia las cosas sin explicación o comprobación, que pienso tiene que ver con la desilusión que el mismo modernismo produjo en cuánto a que traería las respuestas y soluciones a todo y sabemos no es así.
Pero sin duda todos siempre queremos hechos concretos fidedignos y coherentes, si miramos las ciencias sociales, veremos como cada vez se esfuerzan más y más por acercarse a las ciencias duras, tener datos estadísticas que puedan respaldar sus tesis, alguien que aparezca propagando una idea sin datos duros no es tomado en cuenta o se le tilda de panfletario etc..
Por lo tanto pienso que presenta un desafío para nosotros como cristianos estudiar respecto a lo que creemos y sin duda como dice T.Keller la razón es por Dios o es de Dios ya que ÉL es el creador de todas las cosas.
Buen post Cristian, ya que no había caído en la cuenta de que claro, que buena invención la del posmodernismo para decirnos, no, no piensen, la razón no importa. Gracias

Cristian dijo...

Es cierto lo que mencionas al decir que la falta de respuestas llevó a muchos por un camino alternativo... Da para un post en sí mismo.

La preocupación de Craig, sin embargo, parece estar más enfocada en aquellos que, recurriendo irrenunciablemente a la lógica en otras áreas, la relativizan totalmente cuando se trata de religión (como una manera de huir y no tener que asentir a afirmaciones que, a la larga, pudiesen dejarles sin excusa)... Me recuerda una charla de Greg Koukl (subtitulada) en que describe cómo aun la gente inteligente puede cometer errores básicos de razonamiento en materias de religión (http://youtu.be/dz1JDrB2yos).

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