sábado, 14 de febrero de 2009

La realidad o verdadera verdad

Muchas veces se dice que los idiomas --o ciertos idiomas-- son dinámicos y permanentemente cambiantes. Surgen palabras nuevas, otras van cayendo en desuso y, con bastante frecuencia, hay también vocablos que adoptan significados nuevos.

Ocasionalmente, como es de esperar, estos últimos generan malentendidos que dan lugar a situaciones divertidas*, pero en otros casos lo que está en juego puede ser más serio y entonces es preciso que seamos precisos.

¿Qué es, por ejemplo, la verdad? Voy a usar el diccionario de la RAE, que al parecer es uno de los más respetados.

Si bien éste dice que una de las acepciones es

Realidad (existencia real de algo),

también define la verdad como una

Conformidad de las cosas con el concepto que de ellas se forma la mente o una Conformidad de lo que se dice con lo que se siente o se piensa.

Por lo tanto, si estoy entendiendo bien estas últimas acepciones, yo puedo decir algo que no coincide con la realidad, pero si es lo que mi mente siente o piensa que es verdad, entonces es verdad. Aunque sea falso.

Ahora entiendo por qué a algunos no les gusta ese diccionario.

Es cierto que a veces señalamos que alguien está "diciendo la verdad" cuando está siendo fiel a lo que su mente le dicta como tal --y en ese sentido tal vez entiendo lo que quiere decir el diccionario--, pero, como dicen algunos,

La verdad es la verdad aunque nadie la crea; y

La verdad no es algo que se defina por votación.

Quizás no tengamos más alternativa que seguir usando la expresión "decir la verdad" como sinónimo de "hablar con honradez", pero me inquieto al pensar en el uso que se le ha dado a la palabra verdad en ciertos contextos. Trataré de seguir tocando este tema.

* No puedo dejar de mencionar a Huaiquipán (futbolista), que al ser consultado por su pierna (previamente lesionada), respondió que ésta estaba "bien, en la casa, cuidando a los cabros chicos" (Pierna: compañera íntima; cabro: niño).

1 comentario(s):

Anónimo dijo...

En el mundo hoy, donde todo es relativo, nada es absoluto y todo tiene matices es complicado hablar de la verdad.
En mi mundo, donde se lucha por salvar vidas, mejorar la calidad de vida de las personas y en último caso rehabilitar, la verdad esta en manos de quien se crea poseedor de ella. Es por eso que la medicina está llena de aristas oscuras, donde por más normas y protocolos que se quieran establecer, todo anda como a cualquiera le parece.
En conclusión la medicina se basa en dioses de delantal blanco que pregonan la verdad, en base a "años de circo" y falsa humanidad, no entendiendo que la providencia de Dios es la que sustenta la vida de cada uno. Esta es la verdad que todos vemos a diario pero que pocos nos atrevemos a creer.

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