lunes, 12 de enero de 2009

"Rarezas" cristianas

Diálogo entre dos personas sentadas a la mesa de un restaurant:

--¿Te duele la cabeza?

--No, estoy bien.

--Pero, ¿te pasa algo?

--No, ¡no me pasa nada!

--Es que como te llevaste la mano a la frente, pensé que...

--(Cambiando de tema) ¡Mmm... Qué rico se ve esto!

La verdad es que sí, algo le pasaba. Apoyando el codo en la mesa, se había frotado los ojos y parte de la frente con la mano mientras sus labios musitaban algo. No había alcanzado a estar cinco segundos en esa posición cuando el diálogo empezó.

Créanme, es algo que sucede a menudo. Sin embargo, hay reportes de que a veces el diálogo toma una dirección diferente:

--¿Te duele la cabeza?

--No. Estaba pidiendo la bendición.

--¿¿Ah?? [Traducción: ¿¿Pidiendo qué?? ¿¿A quién??]

--Lo hago cada vez que como.

--¡Ah! Estabas rezando.

--Más bien digamos que...

--(Cambiando de tema) ¡Mmm... Qué rico se ve esto!

Hay, sin embargo, gente más inquisitiva que trata de entender los por qué. En esos casos, la conversación se desarrolla más o menos así:

--Estaba pidiendo la bendición.

--Pero, ¿te puede pasar algo si no lo haces? [Traducción: ¿Te puede caer mal la comida si no rezas?]

--No, es que...

--Y cuando te vas a comer un caramelo en la calle, ¿¿también lo haces??

--Ehhh...

Variantes hay muchas, pero al final, ¿cuál es el sentido original de esto? Trataré de escribir una nota que me permitirá reflexionar con respecto al tema (continúa en la entrada titulada ¡Esta gente religiosa...!).

0 comentario(s):

Publicar un comentario