viernes, 29 de marzo de 2013

Matrimonio para todos: ¿Una petición de igualdad?


Si hay algo que los abogados y los publicistas saben bien es que el éxito de una acción persuasiva no depende tanto de lo que se esté defendiendo o promoviendo sino de la forma en que se presente. Conocida es la frase de Cicerón, que dijo: "No hay nada tan increíble que la oratoria no pueda hacer aceptable."

Últimamente hemos visto cómo esto se ha hecho carne en el avance que ha experimentado la búsqueda de aprobación para el "Matrimonio Gay" y, por extensión, el derecho a la adopción por parte de parejas homosexuales. Durante mucho tiempo se luchó por la aceptación moral de la homosexualidad, pero lo que no se logró por esa vía, se está astutamente consiguiendo por otra: la invocación del principio de igualdad. ¿Quién se atrevería a impugnarlo?

Nadie, prácticamente. En la actualidad, ir en contra sería condenarse al desprecio (con razón), y la pregunta, entonces, es por qué me doy el trabajo de escribir esto. ¿Cuál es el problema?

El problema es que se está usando engañosamente. Los activistas pro-matrimonio gay dicen que piden "matrimonio para todos"*, pero esto suena como si algunos no tuvieran derecho a casarse mientras que, en realidad, sí pueden hacerlo.

El problema, evidentemente, es que no quieren hacerlo con alguien del sexo contrario, como se definió el matrimonio al principio**. Insisten en que quieren igualdad, pero lo irónico es que se presentan como una excepción: "Trátennos como iguales, pero no nos sometan a la misma ley." ¿Es igualdad, realmente, lo que están pidiendo?

Digamos las cosas por su nombre: Están pidiendo la creación de una institución distinta. ¿Cómo pueden hablar de "igualdad" sabiendo que algunos niños, en una clara diferencia con los demás, serán criados por parejas homosexuales? Ciertamente un niño, por circunstancias de la vida, puede llegar a ser criado sin contar con sus dos padres biológicos, pero ese es otro tema. Lo que me propongo exponer esta vez es más bien la incongruencia de la petición, y específicamente el hecho de que, tal como sucede con el aborto, esta demanda de derechos niega a los hijos una enorme medida de lo que solicita para los padres.

* Por ejemplo, en Francia, donde se está usando exactamente ese lema, o en Chile, donde se está hablando de "Matrimonio Igualitario".

** Génesis 2:24

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