martes, 28 de abril de 2009

La eternidad está a la vuelta de la esquina

Muchas veces, al considerar la incredulidad de quienes no aceptan el cristianismo como una doctrina razonable, me pongo a pensar que, a fin de cuentas, sólo será cuestión de esperar para saber quién tiene la razón. Es así de simple. "Nada hay encubierto que no haya de ser revelado".*

Sin embargo, ¿cuánto tiempo tendremos que esperar?

Al menos desde mi punto de vista, no mucho. Cuando pienso que los últimos diez años de mi existencia duraron menos que un suspiro, y que la vida de un ciudadano común pocas veces dura más de un siglo, compruebo por mí mismo que (1) Gardel y Le Pera tenían razón: "Veinte años no es nada" y, (2) si jugamos con esa idea, un siglo de vida equivale apenas a cinco veces nada.

Estoy, por tanto, sumamente contento. Aun si llego a vivir bastante, no pasará mucho tiempo antes de que este servidor conozca al Creador.

* Lucas 12:2

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